Alumnos de la UDLA permanecen tres días en Escuela Iwias
A las 06:30 todos estaban listos para entrar en la selva y ver qué sorpresas tenía preparadas para todos. Los estudiantes recibieron charlas de todo tipo. Desde cómo se consigue un alimento, hasta cómo se lo prepara en el caso de los animales cazados.
Hasta llegar a esa charla eran ya las 15:00 y los chicos sólo pensaban en comer todos los platillos que los soldados preparaban para hacer la demostración.
El menú recorrió por las filas y cada uno de los alumnos pudo degustar desde arroz cocinado en una olla de bambú hasta el crujiente y bien condimentado gallinazo. Todo esto acompañado de la fría chicha también preparada en ese momento.
Esa noche todos debían permanecer en la selva en unas hamaca toldos que se colocarían entre dos árboles. Esta actividad no tuvo éxito y los estudiantes empezaron a salir de ellas. La lluvia era tan fuerte y prolongada que el agua se quedó dentro de las hamacas.
Aunque la idea era quedarse ahí sea como sea. Algunos de los alumnos fueron hacia unas covachas para poder pasar la noche ahí.
Las quejas iban en aumento al igual que el frío y la desesperación al no poder dormir.
Una profesora dijo a sus alumnos que si estaban de acuerdo se suspenderían mañana a primera hora las actividades para regresar a Quito.
A la madrugada siguiente todos desarmaron sus hamaca toldos y regresaron al campamento para devolver todo el material prestado.
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DDG