Alumnos de la UDLA permanecen tres días en Escuela Iwias

Los alumnos de Periodismo y Multimedia de la Universidad de Las Américas (UDLA) llegaron el miércoles 17 de junio a la Escuela de Soldados Iwias en la Shell. Aquí tuvieron la oportunidad de desestresarse o bien estresarse aún más.

Un ambiente militar y ni una cara de satisfacción. Todos hicieron una fila para recoger el material que entregarían los soldados. Ya con todas las cosas en la mochila, todos bajaron a conocer el lugar donde permanecerían esa noche.


Las chicas en una cabaña y los chicos en otra. Todos en sus sleepings, aunque donde las chicas las luces tardaron en apagarse. Algunas aún ocupaban su tiempo desmaquillándose y haciendo otras cosas. En cambio los hombres no hicieron caso y armaron sus propias carpas dentro de la cabaña.


Al día siguiente a las 05:30 todos tenían que estar listos para empezar una aventura en la selva. Las mujeres se levantaron poco a poco desde las 04:30. Todos estuvieron listos a las 06:00 y fueron a tomar desayuno. Un plato con arroz frío, arvejas duras como trocitos de coco y un huevo frito que parecía de plástico, acompañaron las mesas de los estudiantes.




A las 06:30 todos estaban listos para entrar en la selva y ver qué sorpresas tenía preparadas para todos. Los estudiantes recibieron charlas de todo tipo. Desde cómo se consigue un alimento, hasta cómo se lo prepara en el caso de los animales cazados.


Hasta llegar a esa charla eran ya las 15:00 y los chicos sólo pensaban en comer todos los platillos que los soldados preparaban para hacer la demostración.

El menú recorrió por las filas y cada uno de los alumnos pudo degustar desde arroz cocinado en una olla de bambú hasta el crujiente y bien condimentado gallinazo. Todo esto acompañado de la fría chicha también preparada en ese momento.

Esa noche todos debían permanecer en la selva en unas hamaca toldos que se colocarían entre dos árboles. Esta actividad no tuvo éxito y los estudiantes empezaron a salir de ellas. La lluvia era tan fuerte y prolongada que el agua se quedó dentro de las hamacas.

Aunque la idea era quedarse ahí sea como sea. Algunos de los alumnos fueron hacia unas covachas para poder pasar la noche ahí.

Las quejas iban en aumento al igual que el frío y la desesperación al no poder dormir.

Una profesora dijo a sus alumnos que si estaban de acuerdo se suspenderían mañana a primera hora las actividades para regresar a Quito.

A la madrugada siguiente todos desarmaron sus hamaca toldos y regresaron al campamento para devolver todo el material prestado.

Esta actividad duró hasta las 13:00 y hubo material perdido. Después de pagar la multa, las personas que querían comer se dirigieron al comedor y probaron el “rancho” por última vez. A las 13:30 los buses dejaban la Escuela Iwias para dirigirse a la UDLA en Quito.

Comentarios

Unknown dijo…
Hola Dianita, tengo un par de comentarios, el primero es queja... quién les llevó q no me llevaron??? y en segundo lugar xq no se quedaron a terminar la experiencia? yo quiero ir!! con quien hay q hablar???

DDG
Diana Cisneros dijo…
Hola Daniel... Nos levó el coordinador de Multimedia y una profe de Periodismo... Me imagino que tendrías que hablar con la coordinadora de Periodismo porque es de ahí de donde surgió la idea de hacer esos cursos de supervivencia... Y no nos quedamos porque así nos dijeron, creo que la verdad nosotros no disfrutamos mucho ese curso... Saludos

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