De las actitudes de la vida
Todo lo que decides no te incluye sólo a ti, sino a quienes te rodean o quienes vendrán en un futuro, tus hijos por ejemplo.
Entonces decidir formar tu familia junto a un hombre violento, es algo muy egoísta, porque estás obligando a tus hijos a tomar la misma decisión sin haber tenido la opción a elegir.
Ellos tendrán que aceptar el maltrato y la violencia en su vida como algo normal porque para ti lo es, más no para los demás.
Por lo tanto no hables de "actitudes" y no esperes que los demás acepten la violencia sin protestar para dejarte la situación cómoda.
La realidad va un poquito más allá. No me acomoda la violencia y nunca aceptaré el machismo. Sin embargo también he llegado a comprender que el propósito de Dios así lo quiso y es parte de mi caminar.
No es una lucha, no creo en ellas; luchar es agotador. Aquí estoy ahora y sí, lo admito, soy intolerante al machismo y la violencia; me han rodeado desde que nací.
Estoy orgullosa de la Diana que soy, porque soy la Diana que Dios ha formado, Dios no quiere mujeres sumisas no es así; Dios quiere que despiertes tu conciencia y te transformes en la mujer que quieras ser.
Una mujer feliz, una mujer que se libera de esas ataduras para siempre.
Soy una mujer que puede contar orgullosa por las cosas que ha pasado y, agradezco a Dios por haber estado siempre ahí, llenándome de gozo y amor, transformando los golpes y los abusos en luz de vida.
Gracias Papito Dios por tanta inspiración, ¡yo te adoro!.
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