Te admiro



Porque mientras yo no encuentro la salida, tú ni siquiera ves un problema.  Porque tu corazón supera todas las barreras que puedan llegar a presentarse y, con tu dulzura y sabiduría simplemente se disuelven.

Porque mientras el mundo discute queriendo así solucionar sus vidas, tú sólo oras en silencio y tu corazón sabe y tiene la certeza que pronto llegará la respuesta de parte de Dios.

Porque no hay problema tan grande que no se pueda solucionar con tus palabras.

Porque me enseñas que lo que realmente importa no son las cosas materiales -sea lo que sea-, lo que importa es la vida y, cada día que Dios nos regala para dedicarnos a una sola cosa:  Ser felices.

Porque si me endurezco tú me ablandas siempre; tomas de mi mano y me muestras la respuesta.  Todo es sencillo de entender cuando tú me hablas y me miras.

Porque me muestras que en realidad no existen los problemas, porque existe el amor, tu amor.

"...  Sólo siento amor, que por supuesto es todo para ti, desde el día en que te conocí..."  -No siento penas, Juanes-.

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