Caminando con Dios
"Nadie nace odiando a otra persona por el color de su piel, por su origen o por su religión. La gente puede aprender a odiar y, si puede aprender a odiar, se le puede enseñar a amar, porque el amor se encuentra de forma más natural en el corazón del hombre que al contrario" -Nelson Mandela-.
Todos estos 33 años y estos 80 días de confinamiento han traído mi vida a este punto de conexión especial con Dios.
Estoy en una etapa de cuidado y amor incondicional y perfecto por parte de Papá y sólo puedo darle las gracias.
He logrado que mi mundo interior sea espectacular y soñado. Se empieza de esta manera, creando algo perfecto y hermoso adentro porque esa es tu verdadera casa.
Mientras la construyes el mundo afuera se cae a pedazos y sabes porqué, porque cuando descubres tu propósito todo se pone cuesta arriba y es parte del proceso.
Pero no estás solo, todas las personas que te aman sin condiciones ni pretextos, son ángeles en tu vida. Esos seres que te protegen al extremo y cuidan de ti con amor, luz, con conocimiento y ecuanimidad. Es maravilloso y gracias por existir.
Tengo otro ángel de cuatro patas, soy tan especial para Jake que me siento privilegiada, él le ladra a quien me grita y llora conmigo hasta encontrar la calma, no se separa de mi lado. Nada sería igual si no me transmitiera tanto amor, confianza y fuerza.
Mi vida en oración es asombrosa y hablar con Papá cada mañana renueva mis fuerzas y mi amor; mi Roca es muy especial y su amor es paz celestial.
Les abrazo a todos quienes atraviesan momentos complicados. Dios está con nosotros.
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