El lugar más precioso


Hoy lo descubrí, aunque siempre estuvo en mi cabeza dando vueltas.  En mi familia todo siempre ha sido oscuridad, pero no quiero tener miedo ahora de escribir lo que siento.

No se trata de honra, no saben cómo le pido a Papá que me llene de honra el corazón todos los días.

Había eso de lo que escribí hace muchos años en una de mis entradas del blog.  Yo sabía que era algo espeluznante; cuando algo te causa un trauma terrible, no puedes encontrarle una forma, simplemente sabes que está ahí perdido, lastimando con sus púas.

Voy  a sacar eso de mí, lo voy a superar y lo transformaré ahora mismo mientras escribo; porque ya sé lo que es, le he puesto un nombre y lo tengo que soltar.  No es parte de la Roca enorme y preciosa que me sostiene, entonces es algo que está adherido a mí pero que no me pertenece.

Hoy borro esa etapa, porque hay cosas que ya no quiero recordar, porque sé que soy valiosa y ya no quiero que esos recuerdos me atormenten.

Eso ha salido a la luz ahora y es por algo; vivo en un lugar donde se han normalizado los antivalores, por ende la legitimidad y la integridad son términos que no existen en mi "hogar" y disculpen si soy dura pero es necesario entender la realidad para poder avanzar.

No es mi intención dejar al descubierto a nadie, Papá sabe que hago mi mejor esfuerzo día a día.  Sólo tengo ganas de llorar, pero saben, es porque eso tan doloroso está saliendo de mí y debo dejarle paso, que recorra mi pecho y mi garganta y que salgan todas mis lágrimas transformadas en alegría, de saber que nada ha podido destruirme y que al contrario he logrado aprender cosas hermosas.

Tengo en mi vida una persona tan valiosa, que me cuida y me protege día a día, me parece increíble que el amor legítimo convierta hasta lo más amargo en lo más dulce.

Ya no hay santuarios en el calabozo y, tampoco hay calabozo.  Papá me ha ido podando con el más puro amor, él es mi Abrigo para el Invierno, estoy totalmente cubierta y protegida por el amor de mi Padre del Cielo.

Los valores no se enseñan, no se obligan ni se imponen.  "Lo que eres retumba tan fuerte que no puedo oír lo que dices".

Así es como me veo ahora hacia adentro:  Hay una casa muy pequeñita pero es bonita, de techo celeste y muy sencillita, pero es preciosa, está solita pero rodeada de verde; el lugar es hermoso y una luz muy profunda ilumina la casita directamente, todo alrededor son gradas, muchísimas y, la casita está en una de las más altas.  Se respira un aire de paz y felicidad absoluta, se siente plenitud y amor infinito, Dios está en este lugar.  Desde aquí les escribo con todo mi corazón.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imágenes del más allá: El tan ansiado final

Rosa Zárate: Una mujer de acción

Las Marujitas por aquí y por allá