Saliendo de control



No estoy contenta, cómo estarlo!!.  Sé que en este punto ya nada se cuestiona pero, la tristeza está en mis ojos esta noche.  Esta noche de preguntas  sin respuestas, de recuerdos incómodos, de ganas de no perdonar, de cambiar con las personas que aún sin quererlo te causan un daño terrible.

Hay que cuidar tanto lo que se dice y lo que se hace, no porque eso sea lo correcto, sino porque las palabras y las actitudes violentas marcan tu vida y la relación con la persona que te lastimó.

Más aún cuando viene de tu familia, te vuelves duro y no te dan ganas de estar bien con ellos.

Es extraño tomar buenas decisiones pero, no poder hacer que los demás hagan lo mismo.  Es tenaz pedirle a alguien que pare de gritar cuando esa persona no quiere hacerlo.

Es muy doloroso ver cómo le gritan a un niño de tal manera que empieza a provocarle una especie de crisis nerviosa;  ver como está muy raro y su boquita tensa.

Sentado, llorando, pálido y sin poder sonreir y, aún viendo esto el adulto sigue gritando como si ya nada importara.

Cuando este pequeño es tu hijo, las cosas cambian demasiado porque el dolor no se quita, no se va, no viene el sueño y las lágrimas tampoco quieren irse.

Lo único que cuenta para mí es verle sonreir y, haber visto tanto dolor en su carita hoy no es algo que pueda olvidar.

Los niños pueden herir tus sentimientos sin querer sólo porque dicen lo que piensan con total naturalidad; pero quiénes somos los adultos para responder con intolerancia?, como si la edad te permitiera ciertas cosas.

Para mí el corazón de un niño es más grande y noble que el de cualquier adulto que soluciona sus problemas con gritos y ofensas.

Y sí,  "tragué" mucha desilución en esta noche, amo tanto escribir pero, esta vez la tristeza llegó a mis dedos.

Cuidemos siempre el corazón de las personas que amamos, alimentemoslo con amor y no con violencia.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imágenes del más allá: El tan ansiado final

Rosa Zárate: Una mujer de acción

Las Marujitas por aquí y por allá