Para Dios

Lo había logrado.  Lo imposible, se hizo realidad y, el sólo hecho de saber que pude hacerlo, me hacía muy feliz.

Y digo me hacía, porque de repente, algo pasó y no me quedé a esperar para averiguar lo que era.

Después de tres días sin encontrar la respuesta, la busqué en el lugar equivocado.

Y es que creo que el error está en pensarlo mucho, uno se equivoca y pareciera que no hay marcha atrás, hay que volver a empezar y esa es la parte que incomoda.  Empezar es todo un proceso y, ahora sé que hay que comenzar de nuevo el viaje y, no sé cuándo sucederá.

Ya en este punto no avanzo, ya no estoy caminando hacia una soledad consolidada.  Me había dado cuenta que yo era mi propia felicidad y, que dejaría de buscar algo en otras personas para poder encontrarlo en mí misma.

Pero todo cambia adentro siempre sin avisar y, hay cosas que no te dejan avanzar, porque esas cosas que no sabes como llamarlas son más fuertes que tus decisiones.

Hay que saber esperar aunque uno no sepa a donde va, sólo hay que creer, esperar y, confiar, en ti Dios, sin alejarme ni por un instante, porque si crees que el camino es largo y complicado, sin ti Dios, será imposible encontrar lo que busco.

Sigo siendo feliz, no quiero analizar el porqué de las cosas, simplemente creo y, sólo cuando crees, las cosas empiezan a suceder, aunque a veces puedas equivocarte, no importa.  Sólo seguiré creyendo que las cosas imposibles pasan y pasarán.

Háblame y perdóname, hazme otra vez y ayúdame !


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