Entiendo, agradezco y honro


Entiendo todo lo que siempre digo, entiendo que no doy lo que recibo; pero a veces no puedo, no me sale.

A veces no tengo ganas, a veces siento que todo duele y el desprecio se empieza a notar.


Si alguien me puede explicar por qué mi padre no me quiere, estaría genial poder comprender.


Cada día siendo invisible pesa, porque aunque ellos no me ven estoy aquí y me lleno de dolor con cada desprecio y con cada anulación de mi ser.


No existo para ellos en casa ¡Pero sí estoy!, estoy viva, recibiendo desprecio y rechazo como regalo de cumpleaños (El que nunca me festejan).

Mi nacimiento no alumbró la vida de dos personas que no están unidas por amor sino por un lazo infinito de odio y opresión.

Pues no estoy aquí para llenar a nadie sino para ser feliz, para amarme y aceptarme como soy, soy suficiente, hermosa y buena.


Las personas que desprecian y humillan a sus hijos son el problema y no sus hijos, estos seres son infinitamente valiosos por sobrevivir en un ambiente lleno de odio y aún así creer que cosas bonitas nos esperan.


Porque nos esperan, nos merecemos todo lo mejor porque es lo que siempre le damos a los demás en cada pequeña palabrita que compartimos, en cada sonrisa…


Cada segundo de mi vida es para ti Piecito.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imágenes del más allá: El tan ansiado final

Rosa Zárate: Una mujer de acción

Las Marujitas por aquí y por allá