Encontrarte...

Cuando no esperas algo y llega, te emocionas tanto que pronto te das cuenta que es una emoción a medias.

Así como el entusiasmo llega al tope, de la misma forma baja demasiado rápido hasta quedar convertido en nada.

Y eso de llegar siempre al mismo punto ya no me está gustando.

Aún siento algo dentro de mí que me dice que todo va a salir perfecto, que todo lo que guardo dentro y, todos esos sueños se van a convertir en realidad.

Y esto de nuevo es para ti, vivir una historia de un día contigo siempre va a ser genial para mí, no importa en qué parte del mundo te encuentres, siempre voy a sentir que estoy ahí contigo así sólo te vea al otro lado de mi celular.

Siempre ha sido así, en sueños, o en esta realidad, alcanzarte parece imposible.  Pero de todas formas cada vez que vuelvo a hablarte inevitablemente vuelvo a creer en ti y ¡todo lo que dices es real!

Pero después de la fantasía donde todo es perfecto, todo se desvanece y ya no quedan ni palabras, ni ganas, la emoción ha llegado al final.

Así que después de haberme emocionado lo suficiente sólo puedo decir que en esos puntos más altos y puros,  descubro que por ti estoy dispuesta a hacer las cosas que nunca hice ni haría por nadie y, ¡quiero hacerlo!

Pensaba que ya no tenía emociones ni sentimientos dentro de mí, pero ahora sé que se quedaron atrapados en esas piedras donde sólo tu puedes llegar; aunque me haya acostumbrado a estar ahí, eres tú el único que quiero que vaya por mí.

Siempre estás y no estás al mismo tiempo.




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Imágenes del más allá: El tan ansiado final

Rosa Zárate: Una mujer de acción

Las Marujitas por aquí y por allá