Tomy y el partido Ecuador vs Uruguay

En una tarde de ansiado y decisivo fútbol en Quito, donde Ecuador se la jugaría casi todo ante Uruguay en el Estadio Olímpico Atahualpa, los niños siguen el normal curso de sus vidas y aún no permiten que el fútbol sea lo más importante de un sábado en la tarde.

Tomy, un niño de tres años, minutos antes que empiece el partido, prefiere echarle un ojo a su tía, tenía visita del novio y Tomy estaba ahí junto con ella parado en la puerta para recibirlo. El partido está a punto de comenzar y a Tomy le brillan los ojos, ha descubierto que en el bolsillo de Freddy (el novio de su tía) se encuentra un muy moderno celular donde seguramente hay un juego de autos de carreras.


Ha decidido compartir con la parejita 15 minutos del primer tiempo para después ir al cuarto de su lita foña (así llama a su abuelita) a realizar una carrera más real con sus carritos de juguete. Prende la televisión y escoge un programa de títeres y mensajes infantiles, ahora ya puede dedicarse a jugar.


Los autitos de Tomy están guardados en un bolso naranja, se dirige hacia él y lo levanta con fuerza, para ponerlos a todos sobre la cama de su abuelita; los ordena en filas de dos y conversa sobre el programa infantil que observa.


Ahora la mamá de Tomy le tiene un propuesta: mirar el partido juntos, pero como Tomy no quiere dejar de lado sus carritos, prefiere quedarse ahí y cambiar al canal del fútbol. Ahora se le antoja algo de leche para acostarse a ver el tan deseado partido.


Falta poco para que se termine el primer tiempo y Tomy se quedó dormido. Su mami ha dejado que descanse en el receso para que tenga energías para el segundo tiempo pero, Tomy no quiere despertar, ha dejado que los seres mágicos de Terabithia y Narnia (sus películas favoritas) entren en sus sueños y se muestra muy disgustado si insisten en despertarlo.

Han pasado 20 minutos del segundo tiempo y su abuelita lo lleva dormido a la cocina, “es hora de merendar” le dice. Después de haber comido y tomado su vitamina, ahora quiere bañarse y, le lleva a su mamá los juguetes con los que quiere compartir la ducha.


Al salir de su baño pide que le prendan la televisión pero el partido ya ha concluido, el resultado fue 2-1 y ganó Uruguay, así que es hora de dormir y Tomy se mete debajo de sus cobijas, abraza fuertemente a su mami y le dice buenas noches.

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