Atrapada

Sé que nunca fue nuestro tiempo, aún cuando estuvimos juntos, aún cuando compartimos nuestras vidas y, aún cuando mirábamos a través de nuestros ojos nuestras almas.

Ni siquiera ese día en la escalera del quinto piso era el momento de estar ahí; todo fue una casualidad, una coincidencia.

Pero las cosas más hermosas suceden cuando están "fuera del tiempo".

Cuando aún no era tiempo, me enamoré de ti. Ni siquiera era tiempo de pensar en algo más pero, no me di cuenta y ya estabas dentro de mi corazón.

Cuando apenas era tiempo de comenzar, sentí que todo se iba terminando ya.

Era extraño, tú y yo tan distintos y juntos, que ni siquiera entendía porqué.

La relación silenciosa fue avanzando y el silencio un día habló. No es su tiempo me dijo. Y yo siempre lo supe.

Nunca supe cuando fue el momento adecuado para estar contigo, lo único que sé es que nunca logré escaparme de mi vida para correr y estar junto a ti.

El tiempo nunca nos dio un espacio para armar nuestro amor.

No encajaba ninguna pieza en ninguna parte, en ningún momento y, en ningún lugar.

Pero ¡siempre te amé!

Quizá el momento ideal se disfrazó de inadecuado, entonces cuando volví a verte por última vez, estaba convencida que ya no era nuestro tiempo y, ¡lo era!

Otra vez te dejé ir, ¡qué ironía!. Ese momento no se repetirá jamás, lo sé. Pero lo que sí sé es que fuiste el primer amor de mi vida y el que nunca olvidaré.

Sé que tampoco me olvidarás, pero la diferencia es que para ti siempre fue nuestro tiempo.

Ahora quisiera que fuera ese tiempo, pero definitivamente tu corazón ya no me pertenece, tú ya te fuiste y, te llevaste contigo la esperanza de nuestro amor.